Insulina de acción prolongada
La insulina de acción prolongada es una insulina basal diseñada para proporcionar un aporte continuo y predecible durante más de 24 horas. Su objetivo es cubrir las necesidades basales del organismo entre comidas y durante la noche, reduciendo la variabilidad y facilitando el control glucémico en el manejo integral de la diabetes. Su perfil “plano” deriva de modificaciones en la molécula o en la formulación que permiten una liberación lenta y sostenida tras la inyección subcutánea
¿Para qué sirve la insulina de acción prolongada?
Está indicada como componente basal del esquema insulínico:
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En diabetes tipo 1, se utiliza junto a insulinas de acción rápida para cubrir los picos prandiales, aportando una base estable entre comidas y durante la noche.
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En diabetes tipo 2, se introduce cuando medidas como dieta, ejercicio y antidiabéticos orales no logran metas de control. Puede usarse como monoterapia insulínica basal o combinada con otros fármacos según el caso clínico.
Resulta especialmente útil cuando se requieren dosis elevadas de insulina y se busca menor variabilidad y menor riesgo de hipoglucemias nocturnas.
Beneficios clave de la insulina de acción prolongada
El beneficio principal es un perfil de acción sostenido que supera las 24 horas y permite una inyección diaria a horario regular, con cierta flexibilidad cuando es necesario ajustarse a la rutina del paciente. Comparada con insulinas basales convencionales, las formulaciones modernas ofrecen un comportamiento más estable, con menor variabilidad día a día y menor riesgo de hipoglucemia nocturna. En pacientes con necesidades altas, las presentaciones concentradas (p. ej., U300 frente a U100) permiten volúmenes menores por dosis, mejorando la tolerabilidad local y la experiencia de inyección.
Ingredientes y composición
Las insulinas basales de acción prolongada incluyen análogos como insulina glargina y insulina degludec, así como insulina detemir.
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En el caso de glargina, cambios específicos en la secuencia (sustitución en A21 y adición de dos argininas en la cadena B) y un pH ácido en formulación favorecen la precipitación controlada en el tejido subcutáneo y su liberación gradual. Existen diferentes concentraciones (U100 y U300).
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Degludec forma multihexámeros en el tejido subcutáneo, liberando monómeros de forma continua y prolongada.
Los excipientes (conservantes, estabilizantes y ajustadores de pH) se seleccionan para asegurar estabilidad, seguridad y consistencia en la absorción.
Modo de uso y dosis
La administración es subcutánea una vez al día, preferiblemente a la misma hora para mantener la estabilidad del perfil basal (algunas formulaciones admiten ventanas de flexibilidad de varias horas sin comprometer el control).
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Diabetes tipo 1: la dosis basal inicial suele representar 30–40% de la dosis diaria total de insulina, ajustando según glucemias capilares y objetivos acordados.
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Diabetes tipo 2 (insulina basal de inicio): pauta orientativa de 0,2 U/kg/día, con titulación gradual en función de glucosa en ayunas y eventos de hipoglucemia.
Las plumas de administración permiten incrementos de 1 unidad (o más según dispositivo) y rangos amplios por inyección; para dosis muy altas pueden requerirse dos punciones separadas. Es imprescindible no reutilizar agujas, rotar sitios (abdomen, muslo, brazo) y mantener una técnica aséptica. El abdomen suele ofrecer la absorción más consistente.
Transición desde otras insulinas
Los ajustes deben individualizarse y monitorizarse con glucemias capilares frecuentes:
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De glargina U100 a glargina U300: puede iniciarse unidad a unidad; algunos pacientes necesitarán ligero aumento para un control equivalente debido a diferencias farmacocinéticas.
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De glargina U300 a glargina U100: considerar reducción aproximada del 20% para disminuir riesgo de hipoglucemia al cambiar a un perfil menos prolongado.
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Desde NPH dos veces al día a una basal de acción prolongada: iniciar con el 80% de la dosis total diaria previa de NPH, una vez al día, y ajustar según controles.
Cualquier transición requiere vigilancia estrecha en las primeras semanas y ajuste fino de la comida, actividad física y medicación acompañante.
Preguntas frecuentes sobre insulina de acción prolongada
¿En qué se diferencian U100 y U300?
Ambas son insulina basal, pero U300 es tres veces más concentrada. Permite menores volúmenes por dosis y muestra un perfil más plano y prolongado, útil para mejorar la estabilidad y reducir variabilidad.
¿Se puede mezclar la insulina basal de acción prolongada con otras insulinas?
No. Las insulinas basales de acción prolongada no deben mezclarse con otras insulinas o fármacos en la misma jeringa o pluma, ya que se altera su perfil farmacocinético.
¿Qué hago si olvido una dosis?
Si han pasado pocas horas, adminístrela tan pronto lo recuerde y retome su horario habitual. Si el olvido es mayor y se acerca la siguiente dosis, omita la atrasada y continúe el esquema regular. No duplique dosis.
¿La insulina basal aumenta de peso?
Puede asociarse a incrementos moderados. Optimizar la titulación para minimizar hipoglucemias y reforzar plan de alimentación y actividad física ayuda a contener ese efecto.
¿Puedo viajar con mi insulina?
Sí. Manténgala a temperatura recomendada, protegida de calor directo y luz. Lleve plumas/recambios y agujas suficientes, junto con un informe o prescripción, y planifique husos horarios para no perder dosis.
Referencias:
- Riddle MC, Bolli GB, Ziemen M, et al. New insulin glargine 300 units/mL versus glargine 100 units/mL in people with type 2 diabetes using basal and mealtime insulin: glucose control and hypoglycemia in a 6-month randomized controlled trial (EDITION 1). Diabetes Care. 2014;37(10):2755-62. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25078900/
- Yki-Järvinen H, Bergenstal R, Ziemen M, et al. New insulin glargine 300 units/mL versus glargine 100 units/mL in people with type 2 diabetes using oral agents and basal insulin: glucose control and hypoglycemia in a 6-month randomized controlled trial (EDITION 2). Diabetes Care. 2014;37(12):3235-43. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25193531/