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Neurología

La neurología es la especialidad médica que estudia el sistema nervioso y las enfermedades que afectan al cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Estas condiciones pueden alterar desde el movimiento y la memoria hasta el comportamiento y la conciencia. 

En Campus Sanofi, encontrarás una guía clara y actualizada para comprender los principales trastornos neurológicos, su diagnóstico y las opciones terapéuticas disponibles, con el objetivo de promover una atención informada y humana tanto para pacientes como para profesionales de la salud. 

 

¿Qué estudia la neurología y por qué ocurren las enfermedades neurológicas? 

La neurología analiza cómo el sistema nervioso coordina funciones vitales como el movimiento, el pensamiento y las emociones. Las enfermedades neurológicas pueden tener causas genéticas, vasculares, metabólicas, infecciosas, degenerativas o autoinmunes, y su frecuencia aumenta con la edad. 

 

Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el envejecimiento, las infecciones virales y los antecedentes familiares. También influyen el estrés crónico, la exposición a tóxicos o traumatismos craneales. 

A nivel global, los trastornos neurológicos representan una de las principales causas de discapacidad. La detección temprana es clave para retrasar su progresión y preservar la calidad de vida. 

Tipos y síntomas de las enfermedades neurológicas 

Los trastornos neurológicos incluyen un amplio espectro de enfermedades con manifestaciones diversas. Los más frecuentes son: 

  • Epilepsia: se caracteriza por crisis convulsivas, pérdida de conciencia o episodios de mirada fija. Su diagnóstico oportuno permite un control adecuado con medicación. 
  • Enfermedad de Parkinson: se manifiesta con temblor en reposo, rigidez muscular, lentitud en los movimientos y alteraciones en el equilibrio. 
  • Alzheimer y otras demencias: provocan pérdida progresiva de memoria, desorientación, cambios de conducta y dificultad para realizar tareas cotidianas. 
  • Neuropatías periféricas: causan hormigueo, debilidad, dolor o pérdida de sensibilidad en manos y pies, común en pacientes diabéticos o con déficit vitamínico. 
  • Accidente cerebrovascular (ACV): ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo cerebral. Sus síntomas principales son debilidad súbita en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o desviación facial. 
  • Migrañas y cefaleas: dolor de cabeza recurrente que puede acompañarse de náuseas, fotofobia o sensibilidad al sonido. 

Reconocer los síntomas iniciales y buscar atención neurológica temprana es esencial para prevenir complicaciones y favorecer una recuperación funcional. 

Diagnóstico y tratamiento en neurología 

El diagnóstico comienza con una valoración clínica exhaustiva, en la que el neurólogo evalúa los reflejos, la coordinación, la fuerza, la sensibilidad y la función cognitiva. Posteriormente, puede solicitar estudios complementarios: 

  • Resonancia magnética (RM) y tomografía axial computarizada (TAC) para detectar lesiones estructurales o vasculares. 
  • Electroencefalograma (EEG) para analizar la actividad eléctrica cerebral en epilepsia o alteraciones del sueño. 
  • Electromiografía (EMG) y estudios de conducción nerviosa para diagnosticar neuropatías o enfermedades musculares. 
  • Análisis de líquido cefalorraquídeo (punción lumbar) en casos de sospecha infecciosa o autoinmune. 

El tratamiento depende del tipo de enfermedad y su gravedad: 

  • Medicamentos específicos: antiepilépticos, dopaminérgicos, antidepresivos, analgésicos neuromoduladores, anticoagulantes o antiagregantes. 
  • Terapias de rehabilitación: fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia y estimulación cognitiva. 
  • Cirugía funcional o estimulación cerebral profunda en casos seleccionados de epilepsia o Parkinson avanzado. 
  • Apoyo multidisciplinario: neurólogos, psicólogos, fisiatras y terapeutas trabajan en conjunto para mantener la autonomía del paciente. 

Un seguimiento médico constante y el ajuste individual del tratamiento son esenciales para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. 

Vivir con una enfermedad neurológica 

Vivir con un trastorno neurológico implica una adaptación integral que combina tratamiento médico, rehabilitación y apoyo emocional. Algunas estrategias prácticas incluyen: 

  • Mantener un plan de ejercicios terapéuticos adaptado a las capacidades individuales. 
  • Cuidar la higiene del sueño y la nutrición, fundamentales para la función cerebral. 
  • Participar en programas de rehabilitación física y cognitiva para conservar la independencia. 
  • Tratar los síntomas no motores como la fatiga, la ansiedad o la depresión. 
  • Fortalecer el apoyo familiar y a cuidadores, promoviendo redes de comunicación y descanso adecuado. 
  • Adherirse al tratamiento y al seguimiento neurológico, evitando suspender medicación sin supervisión. 
  • Acceder a asociaciones y grupos de apoyo, que brindan orientación, contención emocional y recursos educativos. 

En Campus Sanofi, promovemos la educación continua y el acompañamiento médico especializado para mejorar la comprensión, el diagnóstico y el manejo de las enfermedades neurológicas. 

 

Fuentes de referencia: 

 

 

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