Conoce tratamiento de la esclerosis múltiple
La pregunta llega inevitablemente después del diagnóstico: ¿y ahora qué? La buena noticia es que el panorama del tratamiento de la esclerosis múltiple ha cambiado radicalmente en los últimos veinte años. Lo que antes era una enfermedad con pocas opciones terapéuticas, hoy cuenta con múltiples alternativas que pueden modificar significativamente su curso.
Pero aquí viene la parte complicada: no existe un tratamiento único que funcione igual para todos. Tu neurólogo considerará tu tipo específico de esclerosis múltiple, qué tan activa está tu enfermedad, tus síntomas particulares y tu situación personal antes de recomendar un plan terapéutico.
Terapias que modifican el curso de la enfermedad
Estas terapias representan el mayor avance en el manejo de la esclerosis múltiple. Su objetivo no es solo controlar síntomas, sino realmente cambiar la forma en que la enfermedad progresa. Actúan reduciendo la actividad del sistema inmunológico que ataca la mielina.
Existen más de quince terapias modificadoras aprobadas actualmente, y elegir entre ellas puede parecer abrumador. La realidad es que cada una tiene un perfil diferente de eficacia, vía de administración y efectos secundarios potenciales. Tu neurólogo equilibrará estos factores con la agresividad de tu enfermedad.
Las opciones van desde medicamentos inyectables que has escuchado mencionar durante años, hasta terapias orales más recientes que ofrecen la conveniencia de una pastilla diaria, y anticuerpos monoclonales infusionados periódicamente que han mostrado eficacia notable en ensayos clínicos.
Para la forma recurrente-remitente, estas terapias han demostrado reducir la frecuencia de brotes hasta en un 50-70% dependiendo del medicamento. También disminuyen la aparición de nuevas lesiones en las resonancias magnéticas y, quizás lo más importante, pueden retrasar la progresión de la discapacidad.
La clave está en comenzar temprano. La evidencia muestra que iniciar tratamiento poco después del diagnóstico proporciona mejores resultados a largo plazo que esperar. El daño neurológico que ocurre durante la actividad de la enfermedad puede ser permanente, así que controlar la inflamación desde el principio marca una diferencia real.
Tratamiento de los brotes agudos
Cuando experimentas un brote, tu neurólogo probablemente recomendará corticosteroides en dosis altas. Estos medicamentos potentes reducen rápidamente la inflamación en el sistema nervioso central, acortando la duración del brote y acelerando la recuperación.
El tratamiento típico consiste en metilprednisolona intravenosa durante tres a cinco días. Sí, significa visitas diarias al hospital o clínica para infusión, pero muchas personas notan mejoría notable en días. Algunos neurólogos también prescriben dosis orales altas de prednisona como alternativa más conveniente.
Los corticosteroides no están exentos de efectos secundarios. Puedes experimentar insomnio, aumento de apetito, cambios de humor o malestar estomacal. Estos efectos son temporales y desaparecen al terminar el tratamiento. Lo que los corticosteroides no hacen es prevenir futuros brotes; para eso necesitas terapias modificadoras de la enfermedad.
No todos los brotes requieren tratamiento con esteroides. Los síntomas leves que no interfieren significativamente con tu función pueden manejarse simplemente con observación y descanso. Esta decisión la tomas junto con tu neurólogo evaluando la severidad y el impacto en tu vida diaria.
Manejo de síntomas específicos
Más allá de modificar el curso de la enfermedad, gran parte del tratamiento se centra en manejar síntomas que afectan tu calidad de vida. Aquí es donde el enfoque se vuelve muy individualizado.
- La espasticidad muscula: es la rigidez y tensión que dificulta el movimiento, puede tratarse con medicamentos relajantes musculares como baclofeno o tizanidina. La fisioterapia juega un papel igualmente importante, enseñándote ejercicios de estiramiento que mantienen flexibilidad y previenen contracturas.
- La fatiga: ese agotamiento abrumador que muchos describen como el síntoma más limitante, es particularmente difícil de tratar. Algunos medicamentos como modafinilo o amantadina pueden ayudar, pero las estrategias de manejo de energía son igual de importantes. Aprender a planificar tu día, tomar descansos antes de agotarte, y priorizar actividades marca una diferencia real.
- El dolor neuropático: responde a medicamentos específicos como gabapentina o duloxetina. Estos no son analgésicos tradicionales; actúan en las vías nerviosas que generan el dolor. Encontrar el medicamento y la dosis correcta puede tomar tiempo y ajustes.
- Los problemas de vejiga: son increíblemente comunes pero raramente se discuten abiertamente. Existen medicamentos específicos para diferentes tipos de disfunción vesical, desde urgencia hasta retención. Tu neurólogo puede referirte con un urólogo especializado si los síntomas son complejos.
Rehabilitación y terapias complementarias
El tratamiento médico es solo una parte del panorama completo. La rehabilitación juega un papel fundamental en mantener y mejorar tu función.
La fisioterapia no solo trata problemas existentes; previene complicaciones futuras. Un fisioterapeuta especializado en condiciones neurológicas puede diseñar un programa de ejercicios específico para tus necesidades, ayudándote a mantener fuerza, flexibilidad y equilibrio. El ejercicio regular, adaptado a tu capacidad, ha demostrado beneficios tanto físicos como cognitivos.
La terapia ocupacional te enseña estrategias para realizar actividades diarias de manera más eficiente, conservando energía. Puede sugerir adaptaciones en tu hogar o trabajo que faciliten tu día a día. A veces pequeños cambios marcan una diferencia enorme.
La terapia cognitiva puede ayudar si experimentas problemas de memoria, atención o procesamiento de información. Existen estrategias compensatorias y ejercicios específicos que pueden mejorar tu función cognitiva.
Tratamientos emergentes y el futuro
La investigación en esclerosis múltiple avanza constantemente. Cada año aparecen nuevos datos sobre terapias existentes y nuevas opciones en desarrollo. Terapias celulares, enfoques de remielinización que intentan reparar el daño existente, y tratamientos más dirigidos están en diferentes etapas de investigación.
Los ensayos clínicos ofrecen acceso a terapias experimentales mientras contribuyes al avance del conocimiento médico. Si estás interesado, pregunta a tu neurólogo sobre ensayos disponibles para tu tipo específico de enfermedad.
Decidiendo tu tratamiento
La elección del tratamiento es una conversación, no una decisión unilateral de tu médico. Tu neurólogo aportará el conocimiento médico y la experiencia, pero tú aportas el conocimiento sobre tu vida, tus prioridades y tus valores.
Considera factores prácticos. ¿Prefieres una inyección semanal que puedes administrarte en casa, o una infusión trimestral en el hospital? ¿Qué efectos secundarios estás dispuesto a tolerar? ¿Qué riesgos te preocupan más? No hay respuestas correctas o incorrectas a estas preguntas; solo hay lo que funciona mejor para ti.
La adherencia al tratamiento es crucial. El mejor medicamento del mundo no funciona si no lo tomas consistentemente. Elige un tratamiento que puedas mantener a largo plazo considerando tu estilo de vida.
Preguntas frecuentes
¿Debo empezar tratamiento si me siento bien?
Sí. La actividad de la enfermedad puede continuar incluso sin síntomas aparentes. Las resonancias magnéticas frecuentemente muestran nuevas lesiones en personas que se sienten completamente bien. El tratamiento temprano previene daño acumulativo.
¿Puedo cambiar de tratamiento si no funciona?
Absolutamente. Si experimentas brotes continuos, nuevas lesiones en resonancias, o efectos secundarios intolerables, tu neurólogo puede cambiar a otra terapia. Esto es común y completamente aceptable.
¿Los tratamientos curan la enfermedad?
No. Actualmente no existe cura, pero las terapias pueden controlarla efectivamente, reducir brotes y retrasar progresión. Muchas personas viven décadas con excelente calidad de vida gracias a estos tratamientos.
Referencias
Montalban X, Gold R, Thompson AJ, et al. ECTRIMS/EAN Guideline on the pharmacological treatment of people with multiple sclerosis. Multiple Sclerosis Journal. 2018;24(2):96-120.
National Multiple Sclerosis Society. Disease-Modifying Therapies for MS. Disponible en: https://www.nationalmssociety.org
Rae-Grant A, Day GS, Marrie RA, et al. Practice guideline recommendations summary: Disease-modifying therapies for adults with multiple sclerosis. Neurology. 2018;90(17):777-788.